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TU PERRO SE ESTRESA CUANDO TE ESTRESAS!

TU PERRO SE ESTRESA CUANDO TE ESTRESAS!

¡Relajate hermano!

El estrés de mi perro

Un estudio científico sueco publicado en la muy seria revista científica Nature mostró que el nivel de estrés entre el perro y el humano estaba sincronizado. Explicaciones.

Los especialistas del comportamiento canino no dejan de repetirlo: es importante mantenerse calmado y relajado para que su perrito también lo esté.

Esta hipótesis se basa ahora en un nuevo estudio científico – cuyos resultados fueron publicados recientemente en informes científicos de la prestigiosa revista Nature y nos demuestra una vez más que existe sin duda alguna un fuerte lazo de empatía entre perros y humanos.

El nivel de estrés medido por la cantidad de cortisol en los pelos y/o cabellos

En este estudio, un equipo de investigadores de la Universidad de Linköping (Suecia) investigó los niveles de estrés de 58 perros de dos razas diferentes, Border Collies y Shetland Sheepdogs, así mismo a sus humanos de sexo femenino específicamente.

Para hacer esto, los investigadores midieron la concentración de cortisol en el pelo y el cabello de los participantes caninos y humanos. El cortisol es una hormona cuyo nivel de concentración sanguina aumenta con el estrés. Cuando su cantidad en la sangre se vuelve importante, se incorpora gradualmente al pelo y al cabello. El análisis de la caspa es una buena herramienta para que los investigadores rastreen los episodios estresantes de un individuo.

Un perro refleja el estado de estrés de su humano.

O inversamente el estrés humano se refleja en su perrito, según los resultados del estudio sueco, los niveles de cortisol en el pelo de los perros y el cabello de sus humanos aumentaron al mismo tiempo, lo que sugiere que los humanos comunican su estado de estrés a sus compañeros a cuatro patas.

La contagiosidad del estrés a largo plazo ya se había estudiado de forma intraespecífica en los seres humanos, y más particularmente entre las madres y sus hijos, cuya relación no está tan alejada de la que une a un perro y a su doglover.

¿Entonces que hacer para influir en el comportamiento de su perro?

¡Trabajar en ti mismo primero! Los resultados de este estudio, realizado en dos especies diferentes que coexisten, sin duda deberán confirmarse en otros estudios más adelante, pero refuerzan lo que ya sospechábamos: nuestros perros son “unas esponjas emocionales”.

Y dado que el estrés es la causa de muchos trastornos de conducta, es una solución segura que, al trabajar en sus propias emociones de humano, así puedes resolver más fácilmente los comportamientos no deseados de tu perruno.

 

Fuente: Revista Nature

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